Ir al contenido principal

ME VOLVÍ MUJER...

Me volví.....

Me volví una mujer feliz, cuando me di cuenta que la vida es tan bella como para echarla a perder en tonterías...

Me volvió una mujer feliz, cuando me di cuenta que no morí por desamor, que gracias a eso obtuve experiencia de lo que jamás volveré a permitir...

Me volví una mujer feliz, cuando me diagnosticaron esa enfermedad, qué lejos de hacerme caer me motivo a seguir luchando por vivir...

Me volví una mujer feliz, cuando me quedé sin nada, y pude ver cómo se alejaban, todas aquellas personas que decían ser mis amigos...

Me volví una mujer feliz cuando perdí mi trabajo, eso hizo que saliera de mi zona de confort y encontrara algo mejor...

Me volví una mujer feliz, cuando Dios se llevó lo que más amaba, me enseñó a valorar, a soportar el más inmenso dolor, a poder salir de esa oscuridad y reconciliarme con él, ver la vida de otra manera...

Me volví una mujer feliz porque se, que cada día Dios me da la oportunidad de hacerlo. No importa los problemas que tengan o lo mal que me sienta en ese momento, mientras siga respirando, existe una solución...

Me volví una mujer feliz, cuando pude abrazar mi soledad y hacerle el amor...

Me volví una mujer feliz, porque puedo  reconstruirme a pesar del dolor.







 -𝐺𝑟𝑒𝑎𝑐𝑒 𝐿𝑖𝑧𝑏𝑒𝑡ℎ

Comentarios

Entradas populares de este blog

INFINITAMENTE ROTO

"Dice estar muerto pero llora con ciertas canciones y se conmueve al filo de un libro. Él no está muerto, solo está infinitamente roto". —Elena Poe

FASES DE DUELO

La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross identifica cinco estadios que tienen lugar, en mayor o menor grado, siempre que sufrimos una pérdida. Aunque pueden darse sucesivamente, no siempre tiene por qué ser así. Cada proceso, como cada persona, es único. 1. Negación La negación es una reacción que se produce de forma muy habitual inmediatamente después de una pérdida. No es infrecuente que, cuando experimentamos una pérdida súbita, tengamos una sensación de irrealidad o de incredulidad que puede verse acompañada de una congelación de las emociones. Se puede manifestar con expresiones tales como: “aún no me creo que sea verdad”, “es como si estuviera viviendo una pesadilla” e incluso con actitudes de aparente “entereza emocional” o de actuar “como si no hubiera pasado nada”. La negación puede ser más sutil y presentarse de un modo difuso o abstracto, restando importancia a la gravedad de la pérdida o no asumiendo que sea irreversible, cuando en muchos casos lo es. 2. Ira A menudo, el p...