Y mira que lo intenté, lo intenté con todas mis ganas pero algo falló; y es que cuando algo no es mutuo falla.
Te empiezas a dar cuenta que de todo el orgullo que puedes tragarte tú no te sirve de nada, por qué no te nisiquiera se digno alguna vez a tragárselo para arreglar las cosas, ese interés no era mutuo. No es bueno irse a dormir estando mal con la persona que quieres, la indiferencia que puede llegar a crear eso en milésimas de segundos... Es era el peor de nuestros errores... La rayada se alarga, la noche se alarga y el problema más.
Me cansé, me cansé de tragarme el orgullo y no recibir nada a cambio, tampoco pedía de vuelta dinero, ni oro, ni un castillo... Era tan fácil como una simple caricia, pero una caricia bien dada de esas que acarician el alma. Parecía una fiera pero una fiera que se hacía polvo y se le iba todo lo malo con sólo eso.
Al fin y al cabo lo quería intentaba entenderlo, y creía entenderlo... Con todas mis ganas también... Todo con él era cuestión de ponerle ganas... Y mirá que lo intenté, lo intenté pero no.
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