Ir al contenido principal

TIEMPO AL TIEMPO...

Si alguien me hubiera dicho que ibas a crecer tan rápido, tal vez hubiera aguantado más esas noches de desvelo, en la que te abrazaba contra mi pecho para calmar tu llanto, hubiera jugado a todo lo que me pedías aunque tuviera que dejar el café de la tarde para convertirme en spiderman y luchar contra el mal en compañía de mi batman.

Si alguien me hubiera dicho que ibas a dejar de necesitarme, que ibas a aprender a comer tu solo a bañarte, a vestirte, que ya no llorarías en las noches , que te daría pena que te besara enfrente de tus amigos, tal vez te hubiera abrazado más, te hubiera besado más, hubiera disfrutado esos momentos en los que aún pedias estar cerca de mí.

Hubiera dejado de regresarte a tu cama esa noches en las que aparecías a mi lado porque te daba miedo estar sin mí, hubiera dejado de escuchar que te ibas a acostumbrar a mis brazos si te cargaba mucho, hubiera seguido más a mi corazón que a la razón, que a los consejos de los demás.

Disfrutaría más tu increíble inocencia, la forma en que apreciabas la vida, en el que cada momento del día lo vivías al máximo, sorprendiéndote de todo lo nuevo con un brillo mágico en tus ojos, aprendería más de ti, de tu manera de amar sin condiciones sin prejuicios ni complicaciones.

Admiraría cada día tu sonrisa, lo fácil que era demostrar tus emociones, admiraría cada día la transparencia de tu alma.

Es verdad ser madre no es fácil pero recuerda el tiempo pasa muy rápido ellos crecerán, dejarán de gritar, de correr por toda la casa, volverás a tener toda tu mañana libre para ir a esos desayunos con tus amigas sin tener que perseguir a tu hijo por todo el restaurante, dejarán de hacer berrinches...
Se irán de casa dejando un silencio total, y desearás con toda el alma regresar el tiempo en el que aún eran tus bebés.

Ahora es el momento... disfrútalo, dale tiempo al tiempo, no quieras adelantar lo que inevitablemente pasará.





























































(Texto: Wolder Madre)

Comentarios

Entradas populares de este blog

ME VOLVÍ MUJER...

Me volví..... Me volví una mujer feliz, cuando me di cuenta que la vida es tan bella como para echarla a perder en tonterías... Me volvió una mujer feliz, cuando me di cuenta que no morí por desamor, que gracias a eso obtuve experiencia de lo que jamás volveré a permitir... Me volví una mujer feliz, cuando me diagnosticaron esa enfermedad, qué lejos de hacerme caer me motivo a seguir luchando por vivir... Me volví una mujer feliz, cuando me quedé sin nada, y pude ver cómo se alejaban, todas aquellas personas que decían ser mis amigos... Me volví una mujer feliz cuando perdí mi trabajo, eso hizo que saliera de mi zona de confort y encontrara algo mejor... Me volví una mujer feliz, cuando Dios se llevó lo que más amaba, me enseñó a valorar, a soportar el más inmenso dolor, a poder salir de esa oscuridad y reconciliarme con él, ver la vida de otra manera... Me volví una mujer feliz porque se, que cada día Dios me da la oportunidad de hacerlo. No importa los problemas que tengan o lo mal q...

INFINITAMENTE ROTO

"Dice estar muerto pero llora con ciertas canciones y se conmueve al filo de un libro. Él no está muerto, solo está infinitamente roto". —Elena Poe

FASES DE DUELO

La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross identifica cinco estadios que tienen lugar, en mayor o menor grado, siempre que sufrimos una pérdida. Aunque pueden darse sucesivamente, no siempre tiene por qué ser así. Cada proceso, como cada persona, es único. 1. Negación La negación es una reacción que se produce de forma muy habitual inmediatamente después de una pérdida. No es infrecuente que, cuando experimentamos una pérdida súbita, tengamos una sensación de irrealidad o de incredulidad que puede verse acompañada de una congelación de las emociones. Se puede manifestar con expresiones tales como: “aún no me creo que sea verdad”, “es como si estuviera viviendo una pesadilla” e incluso con actitudes de aparente “entereza emocional” o de actuar “como si no hubiera pasado nada”. La negación puede ser más sutil y presentarse de un modo difuso o abstracto, restando importancia a la gravedad de la pérdida o no asumiendo que sea irreversible, cuando en muchos casos lo es. 2. Ira A menudo, el p...